LAS DISTRACCIONES

Libro I: Samādhipāda – La Contemplación

Párrafo IV: Las Distracciones

30. vyādhistyānasaṃśayapramādālasyāviratibhrāntidarśanālabdha-bhūmikatvānavasthitatvānicittavikṣepāste antarāyāḥ.

Enfermedad, torpeza, descuido, pereza, sensualidad, falsa percepción e inconstancia, son distracciones que obstaculizan a la mente.

Estas son las incomodidades que pueden aparecer mientras estamos comprometidos con nuestra disciplina y nos nublan la plenitud con una sensación dolorosa de sufrimiento e incapacidad.

Estas aflicciones o distracciones de la mente las experimentamos como un obstáculo y, muchas veces, como un justificante. Nos quitan la atención y se convierten en inhibidores de la capacidad y del éxito de la disciplina.

Hay aflicciones evitables y otras inevitables. Lo importante es estar atentos, conscientes y con claridad acerca de cuál es la meta. No por el hecho de que haya una aflicción vas a justificar la infelicidad y terminas comprometiéndote con esa incapacidad.

La felicidad es una realidad incuestionable, es lo que somos, y, a veces, las circunstancias que se presentan nos inducen a interpretar que no podemos obtener la felicidad porque nos identificamos de una aflicción. El desvincularnos de la aflicción es independiente de desvincularnos de la felicidad.

Desvincularnos de la felicidad sería el error primordial y la capacidad primordial es mantener esta identidad de felicidad a pesar de las circunstancias, libre de los objetos y los significados que tienen estos objetos.

32. tatprateṣedhārthamekatattvābhyāsaḥ.

Concentrarse en una sola técnica u objeto es la mejor manera para prevenir los obstáculos y sus acompañamientos.

Para disolverlos practica la devoción.

Para superar o des empoderar las aflicciones, lo que sugiere Patánjali es meditar en la voz interior, śvara.

La devoción es ver a Dios en todo.

¿Qué es la certificación?