TIPOS DE INSOMNIO

TIPOS DE INSOMNIO

  • Por su causa:

Insomnio extrínseco: el causado por factores externos. Es decir, falta del sueño por razones externas, como: higiene del sueño inadecuada, consumo de alcohol, café, estrés. etc. Así, el consumo excesivo de bebidas que alteren nuestro cuerpo contribuye a que el insomnio venga a visitarnos.

Los acontecimientos estresantes como pérdidas personales, separaciones, un divorcio, la muerte de algún ser querido, cuestiones laborales o familiares, son el factor causal más común del insomnio. Estadísticamente es más frecuente en mujeres y en edad avanzada.

Los expertos relacionan el insomnio con la calidad de vida, el bienestar físico, con la manera psicológica a la que se hace frente a los problemas del día a día, etc. Todos estos factores influyen en la calidad de nuestro sueño.

Por otro lado, el acceso cotidiano y casi ininterrumpido a la tecnología puede ser uno de los factores por los que el insomnio nos visita cada noche, ya que a través de ella alteramos nuestros hábitos al ir a la cama, ya sea por esperar algún mensaje, revisar noticias nuevas, mirar las redes sociales, etc.

Llevar el trabajo a casa es otra de las causas del insomnio porque en ocasiones la responsabilidad de acabar una tarea de manera inmediata se valora más que descansar, por lo que se aconseja respetar el tiempo que se dedica a cada actividad durante el día. De lo contrario no se tendrá tiempo de ocio ni distracción, importantes para relajarse y dormir bien.

Los factores medioambientales, tales como el calor o el frío intenso, ropa inadecuada para dormir que en ocasiones causa picores en el cuerpo, ruidos molestos e incluso el olor pueden ser razones por las que no se pueda conciliar el sueño.

Cenar muy tarde y no hacerlo de manera ligera, trastoca el poder dormir de manera más placentera. Recordemos que el metabolismo no funciona de la misma manera por el día que por la noche. Nuestro funcionamiento de día es mucho más activo que por la noche, que es cuando nuestro cuerpo tiene más reposo.

Prácticas de higiene del sueño inadecuadas que la gran mayoría de las personas caen en el error de cometer, son:

-Ver la televisión hasta altas horas de la noche.

-Jugar videojuegos en la habitación o justo antes de dormir.

-Realizar ejercicios físicos de alta intensidad por la tarde-noche.

– Alteraciones del ritmo circadiano: Este tipo de insomnio es común en los viajeros, como una manifestación del conocido jet lag, cuando los horarios se alteran y nuestro organismo trata de adaptarse. También en las personas que trabajan de noche y en quienes están siempre expuestos a la luz artificial sin contacto con la luz natural. Todos estos factores afectan a la liberación de melatonina, que es la hormona que induce el sueño.

Insomnio intrínseco: el causado por factores internos.  En esta ocasión se duerme mal o no se logra conciliar el sueño por factores internos, como la apnea del sueño, el síndrome de las piernas inquietas, algunas enfermedades o alguna condición psicoemocional, como la ansiedad o la depresión.

El hecho de que algunas personas sufran dolencias físicas como dolor, migraña, enfermedades cardiovasculares, obesidad o trastornos hormonales o del metabolismo también puede estar detrás de la falta de sueño.

Cambios hormonales debidos al climaterio y la menopausia, también pueden afectar al sueño de manera irremediable debido a los sofocos nocturnos o la irritabilidad que puede traer consigo esta etapa de la vida.  Sin embargo, hay que tener en cuenta que con el paso del tiempo el cuerpo se adaptará a los cambios hormonales y la dificultad de sueño remitirá.

  • Según la duración:

Insomnio transitorio o agudo. En general, cuando la dificultad para dormir es pasajera o puntual (sólo dura unos días) estamos ante un episodio de insomnio ocasional o transitorio. Su duración es menor a 4 semanas.

Insomnio de corta duración: el insomnio de corta duración dura 4 semanas a 6 meses.

Insomnio crónico: dura más de 6 meses.

El insomnio crónico tiene la característica de que el individuo tiene una excesiva preocupación acerca del tema del sueño. Al haber vivido la experiencia de una mala noche de sueño con sus consecuencias diurnas, independientemente de la causa o del factor estresante inicial, el foco de la preocupación se dirige a no poder dormir y las consecuencias que esto traerá en su experiencia del siguiente día, es decir, el insomnio aumenta la preocupación y la preocupación aumenta el insomnio. Se genera así un círculo vicioso y una forma condicionada de insomnio crónico.

  • Por su severidad o intensidad:

Insomnio leve o ligero:   Cuando ocurre casi cada noche, pero implica un deterioro mínimo de la calidad de vida; no hay consecuencias al día siguiente.

Insomnio moderado: Se sufre cada noche. Además, provoca más molestias, como irritabilidad, fatiga o ansiedad.

Insomnio severo:  Asociado a un deterioro importante de la calidad de vida y con presencia de síntomas acompañantes más intensos (mal humor, cansancio, estrés y ansiedad).

  • Por forma de presentación:

Insomnio de inicio o de conciliación: Cuando tardamos demasiado tiempo en dormirnos o hay dificultad en conciliar el sueño.

Insomnio de mantenimiento: Cuando logramos dormirnos rápido, pero no podemos mantenerlo. El sueño no es de buena calidad y nos despertamos una o varias veces a lo largo de la noche.

Despertar precoz: Este tipo insomnio consiste en despertarse demasiado pronto y no lograr   volver a dormir.  Las personas que padecen síndrome de piernas inquietas o algunos otros padecimientos orgánicos pueden experimentarlos. También es un síntoma común de depresión, debido a los bajos niveles de serotonina.

¿Qué es la certificación?