GANESHA, EL SOL Y LA LUNA

Un día, todos los dioses le preguntaron a Shiva quién era el jefe de la corte, el primero, quien toma todas las decisiones. Shiva respondió que para decidirlo habría una carrera alrededor del sol y a la luna, el primero en regresar sería el jefe de la corte. Todos compitieron, unos volaron en águila, otros en buey, en tigre, etc., cada quien en su respectivo vehículo, pero Ganesha se quedó inmóvil. Brahma le preguntó porqué, a lo que Ganesha respondió que no tenía sentido participar, pues qué tan lejos podría llegar montado en un ratón.

Brahma le dice que cambie su perspectiva y recuerde que su padre, Shiva, es el Sol y que Parvati, su madre, es la Luna. No necesita ir tan lejos, la solución está ahí mismo.

El poder no se adquiere a partir de logros externos ni es algo que alguien le otorgue a otro. Claro que será un logro extraordinario ir en un vehículo y girar alrededor de los astros celestes, pero el poder de la creación es un asunto individual que se empieza a ejercer resolviendo nuestros propios problemas. Ganesha ni siquiera necesitaba salir de su casa para acercarse a sus padres, resolver sus temas y dificultades con ellos y tomar las riendas de su existencia. Así lo hizo y al regresar, los demás lo reconocieron como jefe de la corte.

Al resolver, conciliar, integrar y abrazar el cielo y la tierra, la esencia y la forma, padre y madre, uno se convierte en jefe de su propia corte y tiene en sus manos el poder de la creación.

¿Qué es la certificación?