LOS OBSTÁCULOS

Libro II: Sadhānapāda – La Práctica

Párrafo I-B: Los Obstáculos

3. avidyāsmitārāgadveṣābhiniveśāḥ kleśāḥ.

Los 5 obstáculos son ignorancia (avidyā), ego (asmitā), apego (rāga), aversión (dveṣa) y el aferro a la vida/miedo a la muerte (abhiniveśāḥ).

Practica       lo opuesto positivo.

4. avidyākṣetramuttareṣām prasuptatanuvicchinnodārānām.

La ignorancia es el campo causal de donde surgen los otros cuatro obstáculos ya sea en estado durmiente, debilitado, intermitente o dependiente.

5. anityāśuciduḥkhānātmasu nityaśucisukhātmakhyātiravidyā.

Ignorancia es tomar lo impermanente por lo permanente, lo impuro por puro, lo doloroso por placentero y lo inanimado como si fuese el Ser.

La ignorancia es tomar lo impuro por puro, lo que es pasajero como si fuera eterno, los objetos como si fueran Dios, lo que no es el Ser como si fuera el Ser, lo que es doloso como si fuera placentero, lo que es dañino como si fuera beneficioso, lo que es vicioso como si fuera virtuoso.

Avidyā, la ignorancia, podría considerarse también como confusión.

Esta ignorancia está presente desde el nacimiento, al niño le toca aprender a hablar, a caminar, etc. Hay una cualidad interna que tiene conciencia, pero hay una cantidad importante que se va a interpretar en el momento cuando aparecen las cosas. Opinión y juicio son otros sinónimos de vṛtti, porque en el momento en el que una opinión se convierte en un prejuicio acerca de las experiencias, en adelante, vamos a tener una inclinación, ya sea de apego o aversión, de acuerdo a la primera vez que nos relacionamos con los objetos. Cuando la ignorancia genera estas opiniones y adhiere al objeto un significado con un código de positivo o negativo, convierte a la ignorancia en una estructura de fórmulas y creencias condicionantes con la que construimos nuestra identidad.

No es tanto lo que opinamos, sino específicamente los aspectos en la opinión. Por ejemplo, una opinión puede ser funcional, pero no te define a ti. Si tomáramos nuestras creencias, que son temporales, como permanentes, seguiríamos con las mismas creencias que teníamos de niños. El aprendizaje es dinámico.

Es importante entender este parámetro de la ignorancia no solo porque es la causa de todo lo que nos incomoda y nos estorba, sino porque el proceso de aprendizaje, en el juego de la conciencia, está basado en cómo se administra la ignorancia. Una vez que a la ignorancia la puedes convertir en una fuente de recursos, entonces tu habilidad de adaptarte y el proceso de desarrollo del despertar de la conciencia es vuelven mucho más fáciles.

6. dṛgdarśanaśaktyorekātmatevāsmitā.

Egoísmo es confundir la esencia del observador con el instrumento de percepción, cuerpo-mente.

La capacidad de identificarse, el observador con lo observado, forma al Ego.

El ego es la identificación entre el individuo con un objeto, dicho objeto puede ser una creencia. Es el hábito o traje que tomamos. Es cuando alguien usa una estructura para entrar en sí mismo.

7. sukhānuśayī rāgaḥ.

El apego es el resultado de identificarnos con experiencias placenteras.

Del deseo de repetir lo que nos produce una sensación agradable, se genera una persistencia por nuestras cosas favoritas que se va integrando en nuestro hábito o traje del ego.

Este deseo por repetir las experiencias placenteras es a lo que le llamamos apego.

8. duḥkhānuśayī dveśaḥ.

Aversión es lo que resulta de identificarnos con experiencias dolorosas o desagradables.

Lo que no es placentero, genera aversión. Una vez que algo nos es desagradable e incómodo procuramos alejarnos.

Patánjali nos está diciendo que es una tendencia natural de nuestra mente y nuestro cuerpo querer repetir lo agradable y evitar lo desagradable, y esto ocurre cuando la mente y el cuerpo están al servicio de los sentidos. Cuando la mente y el cuerpo están a disposición de la esencia o la conciencia, no sufrimos por estas dualidades, porque sabemos que los sentidos nunca se sacian.

Las preferencias son muy importantes, porque, al final, sí hay una correspondencia entre la autenticidad y la libertad de elegir entre un mar de opciones. Estas preferencias son las que también nos permiten el uso del discernimiento, ya sea que la elección sea la realización, o la coherencia con la devoción, o una vida material, o lo que sea que se busque en ese momento, nos dan un parámetro para aprender a elegir con libertad.

Nuestras preferencias son nuestra responsabilidad. Y es sumamente importante recordar que este código de predilecciones, son creencias que podemos soltar y cambiar. El problema es cuando se quedan adheridas, cuando perdemos la habilidad de modificar las creencias.

Entre la mente y el alma esta la conciencia, y la conciencia tiene una función sobre la mente, que es evaluar las creencias con las que va a operar la mente para poder dar los resultados.

La capacidad de discernir, con inteligencia y voluntad para escoger los apegos y aversiones, es la clave para que estos no se vuelvan un obstáculo, nos permitan ser libres y escoger nuestros procesos de aprendizaje. La manera en la que nuestros intereses se vuelven un obstáculo es cuando elegimos desde la ignorancia y se van acumulando en el ego.

A veces acumulamos un exceso de cosas que no nos sirven para el propósito de la realización y a veces nos hacen falta cosas, lo podemos ver en la alimentación, a través de lo que le gusta y lo que no le gusta comer a las personas, puedes ver las consecuencias que tienen en sus sistemas fisiológicos.

9. svarasavāhī viduṣoapitathārūḍho abhiniveśaḥ.

El aferro a la vida/miedo a la muerte es propio a la vida misma por registro de la memoria y sucede
incluso en los más sabios.

Cuando eliminas los apegos y a versiones, ya no hay ego y ya no hay ignorancia, por lo tanto, el ser mora en su naturaleza. Cuando hay ego, es porque hay apegos y aversiones, e incluso el sabio, que ya no tiene preferencias, siente el deseo de vivir.

La sabiduría no es indiferencia, es ecuanimidad. No quiere decir que la vida pierde sentido. Si no tienes apego a un objeto, no es forzoso soltarlo, solo lo sueltas si es una carga para ti. En el sabio se acaba el ego, más no el deseo de vivir.

¿Qué es la certificación?